Hace dos años me armé de valor, agarré unos cuantos pesos y le pedí a un amigo que saliendo del trabajo, me llevara lo más pronto posible hacerme de una vez por todas mi piercing. Nadie de los que habían escuchado la historia de “hoy si me lo haré” creían que se llegaría el día en que la jotolona y miedosa de
A las 3:00pm en punto salí del trabajo y ahí estaba ya el vochito que me llevaría a mi cita no apartada con la aguja más grande y más larga que ha atravesado mi cuerpo en toda mi vida.
-Listo, ya quedó morra te tomas unas pastillas anti inflamatorias cada 8 horas, te lavas de
-Gradciads- apenas y las gracias le pude dar, mi lengua ya estaba resintiendo al proceso al que la había sometido y comenzó a hincharse tanto que ya no podía hablar claro.
uuyyy yo con solo verlo me duele, con decirte que ni a las inyecciones le entro, no no no no, a las agujas de lejitos :-)
besitos y amapuchones