
-Vengo a recoger un cheque-
-Déjame le llamo por teléfono a la administradora, pues salió a hacer unos mandados para ver si ya lo tiene listo o si lo dejó por aquí- le respondí mientras lo tijereaba de pies a cabeza y concluía que a pesar de que estaba forrado en dinero y guapura no hablaba pedante y/o mamón como muchos en ese estado suelen hacerlo. Un punto más a su favor-
Ahora era el momento de la verdad, de llamarle o no, de fingir que no sabíamos como llegó ese teléfono aquí, de hacerse la “pues si quieres ven” y esperar a que él acudiera. Tan sólo se necesitaba hacer una llamada con un costo de $4 pesos+iva el minuto y saber el desenlace de esta inconclusa y poco fructífera historia de amor.Ely tomó el teléfono, oprimió las teclas y su rostro comenzó a transformarse de sonriente y alegre a perturbada y desconcertada. La llamada no duró mucho tiempo, Ely apenas dijo un par de palabras cuando volvió a poner el teléfono sobre la mesa y sólo dijo “creo que era su mamá”. En ese momento, caímos en cuenta, el número que estaba en el papelito no era el del hijo guaperrimo sino del chingado suegro fumarola. Lo jodido de todo esto es que la condenada llamada salió de mi teléfono y temo que la esposa intente averiguar que jovencita le llama a su marido en viernes por la noche para invitarlo a tomarse unos tragos con ella. ¡Carajo!
Diana
jajajajjaajaaaaaa
Chale jajajaja.. inches confusiones.. jajaaja