Por un momento dudé de mi ininterrumpida lucidez, y pregunté el nombre de la ciudad donde vivo; -Hermosillo- todos me han respondido y yo sigo dudándolo, y como no hacerlo, con un grandísimo carajo, estos días no se parecen en nada a lo que Hermosillo es. Cualquiera que viene temporalmente y le han tocado unos días como estos, no me creería que en verano alcanzáramos 46 a 47 calurosos y sudorosos grados centígrados. ¡Demonios!
Y pensar que por un momento de mi vida figuró la idea de solicitar aquella beca para irme de intercambio a Rusia. ¡En qué estaba pensando! ¡Por Dios! ¡Eso no es posible! Y es que con este paralizante frío, he revivido más de un recuerdo que tiene como principal actor al helado clima; como ese anhelado deseo de poder tocar la nieve con mis manos, hacer bolas y lanzarlas por el aire. Burrrr…
Pero no, no creo que este tipo de vivencias las pueda realizar, con 2°C los que hemos estado teniendo desde el sábado por la noche y con esos dos he tenido más que suficiente para comprender que una mujer del desierto no está diseñada para soportar aventuras que implican nieve, frío y narices rojas como las de Rodolfo, el Reno. Yo estoy incapacitada para ello.
Desconozco totalmente mi ciudad, no puedo hacer nada cotidiano, ¡ni siquiera ir al baño tranquila! porque sé que al terminar, tengo que mojarme las manos y eso implica que estarán heladas, muy heladas y no habrá un par que las tome, las junte a las suyas y les proporcione un poco de calor, calor que en este instante me hace falta, con una cama tan grande y con una sola cobija para arroparme. Yo no sé si pueda sobrevivir sola a esta noche tan, pero tan, tan terriblemente fría… igual que mis manos frías, igual que mis pies fríos, pero no a mi férvido corazón, porque el corazón de una mujer del desierto está siempre ardiente y caluroso, a pesar de que ella se encuentre sola, a pesar de pasar los inviernos de la manera más helada y solitaria. La mujer del desierto sabe que pronto, muy pronto la primavera está por comenzar.
Diana
p.d. 2°C para los sonorenses es equivalente a -10°C para la gente que vive en el sur de México. ¿va?
ah caray, nunca he estado en tu tierra, pero imagino las circunstancias, pues yo solo espero que para abril el clima, perdon, el calor este "aceptable" en chiapas, si no mi amada esposa va a sufrir las consecuencias de haberse casado conmigo, que ya las sufrio una vez y eso fue en diciembre que supuestamente es la temporada mas fria en chiapas, que dios nos agarre confesados