sábado, junio 10, 2006
Un Trabajo Sucio

-Ya nos vamos Diana, cuida muy bien a Valeria y ya sabes entre 10 y 11 de la mañana te va a pedir un “bibi”, todo está en la pañalera, uhmm y si “se hace” ¿podrás cambiarla?- Me pregunta un tanto preocupada mi hermana a punto de irse en su auto hacia el trabajo.

-¿Si se hace?- En ese momento toda la palabra responsabilidad cayó fuertemente sobre mis hombros y escuchaba un pequeño eco resonando en mi oreja con la palabra “si se hace, si se hace” una y otra vez. -¡Dios! Jamás he cambiado un pañal en toda mi vida- pensaba mientras el rostro de mi hermana iba transformándose al ritmo en el que mi corazón y mi ansiedad por responder algo que no sonara como la “tonta mala tía” me traicionara.

“Si se hace te la llevo a la oficina” –le dije- mientras me percato de que respondí con todo lo que temía responder: una sarta de estupideces, por lo que para contrarrestar el impacto de mis palabras suelto una falsa carcajada y conforme los “ja ja ja ja” se tornan más forzados mi hermana me responde con sus ojos lo que me temía -estás pérdida- y se marcha.

-Bien ahora sólo estamos tú y yo Valeria- le digo a mi sobrina y ambas nos acostamos en mi cama para ver “Lazy Town”, un programa que en lo personal detesto, pero verla a ella brincar con aquella emoción sobre mi cama, dejarse caer sobre mí y sonreír como loca, hacen que valga la pena soportarlo.

El reloj apenas avanza, y “Lazy Town” aun no termina. ¡Dios ya quiero que se acabe! Y por alguna poderosa razón, el programa no termina. En ese momento reflexiono y pienso que cuando se cuidan niños, las horas se transforman de sesenta minutos a ciento veinte, y el tiempo pasa, muy, pero muy lento. Deseas que se duerman y te sientes tentado a darles unos cuantos gramos de valium que usa su abuela para dormir, pero te resistes y esperas a que por “arte de magia” caigan entre tus brazos.

Ring, ring, ring está suene y suene el teléfono y yo corro para alcanzar a contestar la llama -¿Bueno..Ohhhh…? - ¿Cómo está todo Diana?- pregunta mi hermana desde la otra línea –TODO bajo control- le presumo- Ya se está tomando el “bibi” y como que ya trae sueño – Muy bien, si sucede algo me llamas ¿ok? – seguro, no tienes de que preocuparte –y se termina la llamada.

Regreso a la habitación y Valeria está haciendo fuerzas. ¿Fuerzas? ¿Pujidos? ¡Oh no! ¡No me des premios ahorita! ¡No me impregnes con tu fragancia! Y como si mis plegarias fueran comprendidas por sus necesidades, Valeria deja de hacer gestos y el olor me confirma mis sospechas: SE HIZO.

Tengo que tomar una pronta decisión, no la puedo llevar a la oficina a que la cambie su mamá, es demasiado y tampoco se puede quedar sucia por mucho tiempo, ¡Ahh! pensé que cuidar niños era más fácil, pensé que Valeria “no hacía” cosas tan olorosas. De verdad pensé que no era tan inútilmente asquerosa para estas cosas! ¡Por Dios! ¡A quién engaño! Si no soporto ver un cabello en el azulejo del baño, la carne descongelándose en el fregadero y la olla de menudo en las fiestas decembrinas!

Como si mis dedos fueran pinzas, tomo a Valeria y la acuesto sobre mi cama, jalo la pañalera y husmeo entre ella en búsqueda de los instrumentos que me ayuden a completar mi encomienda. Después con valentía y un dedo oprimiendo mi nariz, me atrevo abrir su pañal. -¡Oh! shit…- exclamo en todo, todo, TODO el sentido de la palabra- Lo que estoy viendo es diez veces peor que ver el lavabo cuando sale mi hermano de afeitarse, huele peor que la comida del mercado municipal y la consistencia es semejante a la de un flan en plena cocción. Me alejo rápidamente y le pego un grito a mi Madrina que se encontraba haciendo el aseo en la casa.

-¡Nina, Nina! Ayúdeme- le imploro desesperada y guiándose por el olfato –supongo- llega a la escena del crimen. –Ay… mijita, no te preocupes, yo la cambio, sólo pásame las toallitas húmedas- Me dice muy tranquila- Sí CLARO- Es lo menos que puedo hacer por el enorme favor que a cambio ella me hará –Si Nina, déjeme y las encuentro- y comienzo a hurgar en la dichosa pañalera que muy probablemente fue diseñada por el “héroe” ochentero McGiver, ya que tenía múltiples y extraños compartimentos que a su vez se convertían en otro y traían como “plus” un zipper para no se qué diablos y yo tenía mis manos metidas en una bolsa que parecía no tener ni principio, ni fin.

-Si no hay toallitas húmedas no importa, con el mismo pañal la limpio- me intentaba calmar mi madrina mientras yo estaba apunto de tomar las tijeras y cortar en pedazos esa porquería. –Ya le estoy llamando a mi hermana- le digo para que me dé tiempo de hallarlas. -¿Qué pasa “Etúpida”- me responde la madre de la olorosa criatura- Las toallitas, no las hallo, no las hallo…-le respondo- Están en la bolsa que está por fuera pero que a la vez está por dentro y dentro de ella hay un zipper que tiene una bolsa con un plástico transparente. Diana… ¡NI MODO QUE NO LAS VEAS!- me dice en tono sarcástico, como quién tacha de ignorante a quién no conoce a Mozart- Aquí están – le respondo ya con un poco de ira- ¿Están nuevas? –le pregunto a medida que intento abrir el empaque –No, no están nuevas, ábrelas de la parte de arriba – me indica- y como si se tratara de una bolsa de papas fritas, las abro de la parte superior con mis dientes– Ya las abrí de arriba – le presumo feliz a mi hermana - ¿De arriba? ¿cómo qué de arriba? – Sí, de arriba, como las papitas- Ayy como eres menza, de ahí no se abren, se les va a secar el aceitito que traen ¿eh? - ¿Cómo no? – le pregunto un poco aturdida ya con tanta bebe-pañalera-información- No – me dice un poco molesta –Y por no saber como abrirlas, me debes un paquete de toallitas húmedas- y cuelga el teléfono.

Desconcertada y con el teléfono aun en mano, le paso cinco toallitas a mi Nina; ella hace su trabajo sumamente rápido y con cierto aire de experiencia que culmina en un suave, oloroso y limpio trasero de bebé. ¡Ahh…!

Diana
p.d. las toallitas se abren del centro.
 
posted by mommy at 7:31 p.m. | Permalink |


4 Comments:


  • At 9:59 p.m., Anonymous Anónimo

    pues si, yo hace casi tres años que le emtre a ese trabajo tan "sucio" como le llamas, afortunadamente desde hace mas 4 mese mi peuqeño me llama con un agradable " papy, me hana "eee la" pipi, popo jejejeje y pues asi las cosas son mas pasables.

    por cierto sabes lo que que te reben el control remoto de la tele para permanecer 24 hrs "disfrutando" el discovery kids? YO SI.

    saludos

     
  • At 11:53 p.m., Blogger mommy

    NESTOR :D
    No pues yo jamás había vivido una experiencia pañalera, lo que más me marcó de est fue: la maldita pañalera ¡caray!

    Fuera de eso, discovery kids es muy buen canal para niños, para niños, repito: para niños.

     
  • At 11:46 p.m., Anonymous Anónimo

    TA curado tu blog lo q me sorprende es como diablos te metes en tantos pionches lios ,, inche morra ocurrente sale te dejo luego scribo con mas calma x q luego me cuelgas y no presisamente de la cabeza si ya q tengo la direccion no entro o lo q es peor no escribo

     
  • At 5:56 p.m., Blogger mommy

    ¡Cuáles líos! sólo intentaba cuidar a una bebé...