La semana pasada se averió el aire acondicionado de la recámara de mi hermano, yo que cuento con una cama tamaño king size y otro aparato de aire acondicionado no me quedó más remedio que darle asilo. ¡Qué caray! ¡Lo quiero mucho pues!
Eran las 2:51 am cuando mientras dormía, sentí que alguien me abrazaba, yo estaba bien entrada en mi sueño, soñando con unos hermosos aviones girando 180° frente a mis ojos cuando me percato que el abrazo comienza a transformarse en caricia y me despierto. Con los ojos pelones, muyyyyy abiertos y bastante intrigada, intentando resolver quién está durmiendo conmigo y sobre todo, QUIÉN Y COMO me abraza.
De pronto, entro en pánico ¡Es mi hermano! ¡MI SANGRE! ¡Qué carajos! ¡Me tiene bien abrazada! ¡Y de manera cachonda!
-Albino, Albino, ¡despiértate!- Le ordeno bastante alterada.
-WeeEEEeEe…. Ahhhh…. weEEEEuuUuU
-¡ALBINO CHINGADO! ¡Despierta soy TÚ HER-MA-NA-NA-A-A-A-A-A!
-Oh simple, si es mi cumpleaños- Me responde con el 0.1% de conciencia que le brota desde lo más remoto de sus profundos y cachondos sueños.
-¡Albino, qué cumpleaños ni que la nada!- y me quito uno de sus brazos para huir de sus caricias y él me responde:
-Ándale, ándale, no seas mala, es mi cumpleaños… si quieres podemos hacer una gran FIESTAHHHHH-
¡Qué horror! Me quité el otro brazo y así terminé de escapar de los brazos de su lujuria nocturna y me fui a la sala. Deambulé un rato y regresé a mi cama. Me acosté pegadaditititititta a la pared y por más que lo intenté no pude dormir, estuve atenta a si de nuevo, era confundida con su novia, amante o alguna otra cachondísima mujer.
A la mañana siguiente le hice burla por todo lo que me dijo de la “FIESTAHHH” y a partir de esa noche prefirió dormir en el piso de la sala. ¡Pobrecito! ;(
Diana
p.d. mi mamá dice que “esto es normal cuando los hermanos comparten la cama” y yo le respondí que estoy totalmente en contra del incesto a lo que ella ya no agregó nada.
……….
Descansa.
Diana.
Ely salió del baño y con un gesto de descontento exclamó: -¡Huele mejor el baño que la oficina!-
Tomé rápidamente mi herramienta número uno de trabajo y rocié un poco de aromatizante alrededor de los escritorios y el resto de la oficina.
*Pssssssttt* *Flissssshhh* *Cuis* *Puashhh…*
Esos fueron los últimos sonidos del segundo bote de “absorbe olores” que usamos en la oficina. Ya van dos botes en semana y media que nos terminamos y es el colmo, yo ya no aguanto la pestilencia, no puedo entender como una persona mayor de 25 años no tiene los hábitos de higiene básicos. Nunca, nunca de los nuncas me había tocado tener un compañero hediondo que no se bañara, al que por el respeto -que no se merece pero por mi misericordia superficial- lo llamaremos Rancio.
Diana