Sé que ya pasó el día, pero desafortunadamente estuve tan ocupada ejerciendo la profesión que conmemora el mismo, que no lo pude auto-festejar en mi blog. ¡Ah! casi lo olvidaba, aprovecho y les presumo que ya no estoy desempleada, bueno no al menos durante un mes aproximadamente, en lo que el proyecto para el que me llamaron concluye. ¡Yuppiiii!

Pues bien continuando, me tomo unos minutos para festejar lo lindo qué es ser diseñador y mientras disfruto, gozo, presumo y lo grito a los cuatro vientos: SOY DISEÑADOR GRÁFICO me topo con mi viejo directorio de imágenes de mi vida universitaria y hallo algunas de las más horrosamente-cómicas-y-vergonzosas de ellas en las cuales aparecemos algunos compañeros y yo cumpliendo con nuestro deber: realizar las labores y encomiendas que nos encargaban nuestros malditos maestros y que apuesto, que muchas de ellas las hicieron con todo el afán de hacernos pasar un momento muy, muy bochornoso como

Tener que armar toda una sesión fotográfica con el tema "yo soy un artista" y permitir que tu compañero de equipo escoja qué artista serás, personificarlo y tomarte las fotos necesarias para la portada del próximo album.



Participar en un desfile de modas en donde tu tienes que confeccionar tu propio traje a base de pura basura y materiales reciclados, así como recorrer en la pasarela frente a tus demás compañeros.



O bien, por gusto propio, realizar a una fiesta hippie con todos tus compañeros aunque estés en finales, cansado y probablemente sin un centavo para comprarte un disfraz o al menos una camisa que haga juego con unos pantalones campanudos.



Y hay tantos ejemplos como estos que reflejan un poco de las locuras que realizamos en el largo trayecto para llegar a ser diseñador, pero que por mi bien, no los publico porque podría recibir una golpiza por parte de los otros diseñadores.

Felicidades a todos mis colegas Diseñadores, sé que están teniendo una vida profesional muy exitosa, yo se que sí, yo se que sí...
Diana