-Creo que son todos los pendientes que quedan por hacer- le dije a mi compañera y seguimos atravesando el tráfico de la ciudad. Eran alrededor de las seis de la tarde y yo tenía un mal presentimiento.
-Quizás deberíamos de ir a checar el logotipo, a ver si ya lo tiene terminado- Y regresamos un poco hacia el norte. Llegamos al lugar, me traen lo que se supone debe de estar montado en una de las paredes de la recepción el día de mañana y TARAN. ¡Una auténtica porquería!
Diana