-Paso por tí pero hay un problema-
-¿Cuál?-
-Mi carro no tiene aire acondicionado-
-¡No me importa! ahorita lo único que quiero es salir a que me pegue el sol-
-Bueno, nos iremos a la salvaje entonces-
Y así fue, con un buen sol, unas nubes jodidamente esponjosas y hermosas, bastante humedad, ojos de unicel, un café del Olympus, tennis cómodos y mucho espíritu callejero es con lo que anduvimos de vagales por la ciudad; poniéndole ojos a quién no debería tenerlo, riéndonos de nosotros mismos, huyendo de un cholo de mala muerte del Parque Madero, sudando como verdaderos sonorenses, disfrutando y aceptando de verdad la ciudad en la que vivimos.
-¿En dónde anduviste todo el día Diana?-
-De vagales sin propósito definido, sudando un chorro y huyéndole al peligro-
-¿Te vas a meter a bañar?-
-No-
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